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Prueba de Coeficiente de Empatía: Comprender las múltiples dimensiones de la empatía

Actualizado: 7 dic

Entendiendo la empatía, las tonalidades que todos compartimos


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Antes de comenzar esta evaluación, es esencial comprender qué significa realmente la empatía y reconocer que todos la experimentamos y la expresamos de manera diferente.


Los dos tipos principales de empatía


La empatía cognitiva es la capacidad de reconocer y comprender lo que otra persona piensa o siente. Esto implica interpretar las expresiones faciales, el lenguaje corporal, el tono de voz y el contexto social. A veces se denomina "adopción de perspectiva" y se cruza con lo que los investigadores denominan "teoría de la mente".

Baron-Cohen y Wheelwright, 2004; Decety y Jackson, 2004


La empatía afectiva (también llamada empatía emocional) es la capacidad de sentir y compartir las experiencias emocionales de los demás. Cuando alguien a quien aprecias está triste, la empatía afectiva te permite conectar emocionalmente con su sufrimiento y sentir compasión por él.


Baron-Cohen y Wheelwright, 2004; Smith, 2009


Una tercera dimensión: la empatía conductual


Algunos investigadores también identifican la empatía conductual , que consiste en saber cómo responder adecuadamente a los sentimientos de alguien. Se trata de traducir la comprensión y los sentimientos en acciones o palabras que los demás encuentren de apoyo. Las personas con TDAH suelen tener dificultades para controlar los impulsos, regular las emociones y procesar las señales sociales en tiempo real. Esto puede llevar a comportamientos que pueden parecer falta de empatía, aunque la intención no sea herir ni ser desdeñoso.

Alguien con TDAH podría decir un chiste o un comentario sin darse cuenta del tono emocional del momento. Podría interrumpir o responder demasiado rápido, no porque no le importe, sino porque su cerebro trabaja a toda velocidad y está intentando seguirle el ritmo.

Pero al mismo tiempo, las personas con TDAH a menudo sienten emociones profundamente (un fenómeno llamado intensidad emocional o sensibilidad al rechazo ) y pueden ser increíblemente empáticas.

Es posible que simplemente les resulte difícil expresar esa empatía de la manera "esperada".


Koegel y otros, 2016

Mikami, Amori Y., 2010


Más allá de lo “típico”: todos somos diferentes


Contexto importante: Es posible que uno encuentre términos como "neurotípico" y "neurodivergente" en conversaciones sobre empatía y diferencias en comportamiento. Si bien estos términos pueden ser útiles para la narrativa y el desarrollo de un tema, es fundamental comprender sus limitaciones.



El constructo de "neurotípico"


El término "neurotípico" no es una realidad biológica. No existe un cerebro estándar con el que se puedan comparar todos los demás. Rasgos como el autismo y el TDAH existen en un continuo que se extiende a la población general, lo que significa que no existe una línea divisoria clara entre los llamados cerebros "neurotípicos" y "neurodivergentes".


El término fue acuñado originalmente por el movimiento de la neurodiversidad para describir a quienes pueden adaptarse a las normas sociales sin mucho esfuerzo consciente. Se entiende mejor como un constructo social que describe la conformidad con las expectativas culturales, más que como una categoría biológica.

Russell, 2020; Armstrong, 2015; Walker, 2014


El amplio espectro de la neurodivergencia


La neurodivergencia abarca mucho más que el autismo y el TDAH. Muchas personas experimentan el mundo con particular intensidad o procesan la información de maneras distintivas, entre ellas:


  • Personas autistas y aquellas con TDAH, dislexia, dispraxia y otras diferencias del desarrollo.

  • Personas intelectualmente dotadas, que pueden experimentar intensidad emocional, distancia intelectual de sus compañeros y sentimientos de aislamiento.

  • Personas con estilos de pensamiento creativo y exploratorio que experimentan el mundo con particular profundidad y complejidad.

  • Personas con diversas afecciones de salud mental, diferencias cerebrales adquiridas u otras variaciones en el procesamiento


Alta capacidad intelectual: intensidad y aislamiento


Las personas con alta capacidad intelectual suelen experimentar el mundo con una profunda intensidad emocional, junto con sus diferencias cognitivas. Las investigaciones demuestran que la complejidad intelectual va de la mano con la profundidad emocional.


Muchas personas con altas capacidades manifiestan una dolorosa sensación de diferencia respecto a sus compañeros, lo que les provoca soledad y aislamiento social. Pueden enmascarar su capacidad para integrarse, ocultando sus auténticos intereses y su pasión por aprender para no destacar. Este enmascaramiento puede volverse tan habitual que pierden el contacto con su yo auténtico.

La distancia intelectual de los pares puede crear lo que los investigadores describen como "soledad epistemológica": el agotamiento de editarse y traducirse constantemente, luchando por encontrar a otros que compartan su intensidad cognitiva y profundidad de procesamiento.


Gross, 1998; Szymanski y Wrenn, 2019; Instituto Davidson


Fluctuaciones naturales a lo largo de la vida


Más allá de las categorías diagnósticas, todos los seres humanos experimentamos fluctuaciones en la forma en que procesamos la información y nos conectamos con los demás. Estas variaciones se producen en función de:

  • Niveles de estrés, fatiga y salud física

  • Contexto y entorno

  • Dinámica de relaciones y entornos sociales

  • Etapa de la vida y edad, la empatía se desarrolla y cambia a lo largo de nuestras vidas.

  • Antecedentes culturales y el contexto cultural en el que nos movemos


Todos tenemos momentos en los que las señales sociales son más difíciles de interpretar, en los que las emociones nos abruman o en los que necesitamos aislarnos y recargar energías. Estas son experiencias humanas universales.


Diferencias culturales en la expresión de la empatía


La forma en que se experimenta, expresa e interpreta la empatía varía considerablemente entre culturas. Las investigaciones demuestran que lo que se considera una "respuesta empática" difiere según el contexto cultural y los estilos de comunicación.


Las culturas colectivistas (como muchas sociedades asiáticas, latinoamericanas y de Oriente Medio) suelen mostrar mayores niveles de empatía hacia los miembros del grupo cercano y aquellos con vínculos afectivos.

Las culturas individualistas (como muchas sociedades occidentales) pueden mostrar mayor empatía hacia los desconocidos, pero una vinculación menos intensa dentro de grupos cercanos.


Incluso los comportamientos empáticos básicos difieren culturalmente: mantener el contacto visual se considera esencial para la empatía en las culturas norteamericana y europea, pero puede considerarse una falta de respeto en la cultura japonesa.

El contacto físico, la expresividad facial, la franqueza en la comunicación y la intensidad emocional usada varían según el contexto cultural.


Lorie et al., 2017; Ma-Kellams y Blascovich, 2012; Cheon y otros, 2013


Cuestionando las visiones obsoletas sobre el autismo y la empatía

Corrigiendo un mito dañino: Durante décadas, se ha etiquetado erróneamente a las personas autistas como carentes de empatía. Esta visión obsoleta ha sido completamente cuestionada por la investigación actual.


Lo que muestra la investigación


Los estudios contemporáneos revelan una comprensión más matizada:

  • La empatía cognitiva puede variar: muchas personas autistas procesan las señales sociales de forma distinta, lo que puede dificultar la lectura intuitiva de las expresiones faciales o la interpretación de los contextos sociales. Sin embargo, esto refleja diferentes estrategias de procesamiento, no una falta de empatía.

  • La empatía afectiva a menudo está intacta o aumentada: las investigaciones muestran sistemáticamente que muchas personas autistas tienen una empatía emocional típica o incluso aumentada y a veces experimentan las emociones de los demás con una intensidad abrumadora.

  • "Desequilibrio empático": en lugar de carecer de empatía en general, muchas personas autistas y con TDAH muestran diferentes equilibrios entre la empatía cognitiva y afectiva, siendo la empatía emocional a menudo particularmente fuerte.


Shalev y Uzefovsky, 2020; Lombardo y otros, 2016; Song y otros, 2019


La verdadera diferencia: expresión, no sentimiento


El desafío para muchas personas, en particular las personas autistas y las personas con altas capacidades intelectuales, no es sentir empatía, sino expresarla de maneras que se ajusten a las expectativas culturales dominantes.

Las diferencias en las expresiones faciales, el lenguaje corporal, las respuestas verbales y el ritmo social pueden hacer que la empatía profunda sea invisible para los observadores, incluso cuando está poderosamente presente.


Esto a veces se denomina el "problema de la doble empatía": personas de diferentes neurotipos y orígenes culturales tienen dificultades para interpretar las señales emocionales y los estilos de comunicación de los demás. No es que un grupo carezca de empatía, sino que cada grupo la expresa e interpreta de maneras diferentes.

Milton, 2012; Sheppard y otros, 2015


Acerca de esta evaluación


El Cociente de Empatía fue desarrollado por Simon Baron-Cohen y sus colegas. Mide diversos aspectos de la empatía mediante preguntas de autoevaluación. Al realizar esta evaluación, tenga en cuenta lo siguiente:

  • La empatía existe en múltiples espectros en todas las personas.

  • Diferentes puntuaciones reflejan diferentes patrones de procesamiento, no un carácter mejor o peor.

  • Las puntuaciones más bajas en esta medida podrían reflejar diferencias en la empatía cognitiva o desafíos con las respuestas conductuales, no una ausencia de resonancia emocional o de cuidado.

  • Las puntuaciones altas también pueden presentar desafíos, como agobio emocional o dificultad para establecer límites.

  • Esta prueba mide principalmente los aspectos cognitivos y conductuales de la empatía, y puede que no capture completamente la intensa empatía afectiva que muchas personas experimentan.


  • El trasfondo cultural influye significativamente en cómo se expresa la empatía y en lo que se considera una respuesta empática "apropiada".


Muchas personas autistas, individuos intelectualmente dotados y personas de diversos orígenes culturales manifiestan una profunda empatía emocional y conexiones profundas con los demás, incluso si obtienen puntuaciones más bajas en las medidas de empatía cognitiva o intuición social convencional.


Aviso Importante

Las herramientas de evaluación inicial como el EQ, ADOS-2, ADI-R o ASRS pueden orientar, pero ningún test por sí solo da un diagnóstico completo. En consulta sigo los protocolos clínicos y, además, en mi sitio encontrarás cuestionarios adaptados que tienen en cuenta el género, la cultura y la historia personal.

Un buen diagnóstico necesita tiempo, escucha, historia de desarrollo, contexto de vida y conversaciones tanto con la persona como con alguien que la conozca bien.

Si buscás un diagnóstico legal o un tratamiento que incluya medicación, es importante consultar a un psiquiatra en el país donde recibirás la atención. La medicación para TDAH requiere controles médicos y chequeos como un ECG para cuidar tu salud.

Laura Mannucci .

 
 
 

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